Wednesday, February 02, 2011

Felicidad y otros conceptos





Hola amigos y lectores varios:
Para comenzar esta entrada, me gustaría poner una cita que he encontrado pululando por los Facebuks (para que luego digan ciertas personas que son malos ¬¬)

La cita reza así:

"Disfrutamos del calor porque hemos sentido el frío. Valoramos la luz porque conocemos la oscuridad. Y comprendemos la felicidad porque hemos conocido la tristeza"

eY esto no puede ser más cierto. Y hablaré por experiencia: hace una semana estaba destrozado. Estaba hundido y no hacía más que comerme la cabeza y llorar. Pero llegó la Palabra del que todo lo puede y me sacó de esa situación. Entonces comprendí lo que dice la cita anteriormente expuesta, que encontré de casualidad (¿o fue cosa Suya? Yo no creo en las casualidades amigos). Estaba en la muerte y Él me sacó. No puedo estar más agradecido de lo que me regala cada día.

Y bueno, yendo ya a la palabra en sí y alejándonos de divagaciones difusas que seguro no interesan a nadie, vamos a analizarla.

¿Cuándo te sientes feliz? Sencillamente, cuando te sientes levitar. Y lo ves todo a tu alrededor como si estuviera dos pisos más abajo, como que no importara nada porque nada te falta, y como si ni un tsunami ni el ocaso del mundo maya anunciado para 2012 pudiera borrar este sentimiento.

Seguro que os habéis sentido así alguna vez, ¿verdad? Pero todo tiene una pega: y es que este estado de ánimo dura muy poco. Es de los más efímeros que existen (ya nos gustaría que la tristeza o la soledad nos durara tan poco). Sin embargo, esto no es suficiente contrapunto para no disfrutarlo cada segundo que dure.

¿Y qué otros sentimientos causan este, considerado la madre de todos por lo superlativo de su concepto? Como he dicho ya, seguro que lo habéis experimentado: un ascenso en el trabajo, un 10 en un examen, un amigo que cuenta contigo para lo bueno y para lo malo... y el sentimiento más puro de todos: el amor, correspondido o no (aunque este último traiga muchos quebraderos de cabeza)

El amor sin duda es la emoción que más felicidad te causa. Ves a la persona amada más bella que la mismísima Afrodita; más sabia y madura que el dios Zeus; más pícara que Hermes, el mensajero de los dioses; y casi tan justa como la espada de Damocles. Sin duda, comparaciones algo exageradas, pero ¿a qué os habéis sentido así? Citando a un célebre poeta romántico (corriente a la que me afilio sin pegas ni verguenza): "Esto es amor, quien lo probó lo sabe"

Sin duda, el amor tiene el contrapunto del fracaso y la ruptura, pero no estamos aquí para hablar de eso. Como todos sabéis, estas entradas son un reflejo de mi alma, y en ella no caben ahora esos sentimientos.

Y hoy, tomando el giro habitual que cogen siempre mis entradas hacia el final, os hablaré de la felicidad con nombre propio: la que causa el amor de Dios. Porque este amor no entiende de razas ni de físicos, y no entiende de si eres justo o pecador... simplemente, entiende. Y entiende y se muestra siempre, auqnue tu no lo veas... Y cuando lo ves, te sientes en una dicha inmensa. A través de este amor, se puede entender todo: ¿por qué se me muere un ser querid? ¿ por qué hay tantas catástrofes en el mundo? Es duro de leer amigos, pero es así. Con el amor de Dios se entiende todo en esta vida.

Y ahora me diréis: ¿Dónde queda el amor entre un hombre y una mujer? Sencillamente, por debajo del amor de Dios. Y es sencillo de explicar: cuando experimentas el amor de Dios, el otro es dado por añadidura. Sin ningún esfuerzo, ves como todo se vuelve del color de los más bellos lirios del campo. Y las preocupaciones y los sufrimientos que te causa el amor mundano se menguan. No desaparecen, porque nunca lo hacen, pero sin duda cobran sentido. Y estás seguro al cien por cien de que el amor de Dios te satisfará este otro amor.

Por lo tanto, ¿qué es la felicidad? Es Dios, ni más ni menos. Y es la felicidad con mayúsculas. Porque a través de Él todas las preguntas tienen respuesta, todos los sufrimientos tienen significados y los sentimientos se magnifican. A través de Dios y de su amor eres plenamente feliz porque descubres realmente como amar al prójimo, de una manera pura y sin doblez. Quieres a la otra persona.

Y como habréis adivinado, así me siento yo :)

Acabo no sin antes invitaros a que reflexioneis sobre la entrada, en forma de comentario. Sois totalmente libres :)

Y quiero dedicar esta entrada a todas las personas que son instrumentos de Dios para lograr el estado de felicidad en que estoy ahora, más en concreto a mis "hermanos" (ellos me entenderán), a mi cuñado y mi hermana y... como no, a esa chica tan especial que todos tenemos en nuestra vida ;) A ti dedico esta cancioncilla... 'cause you are my Angel in Blue Jeans

La paz.



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